
18 Poesías para el día del Campesino Perú 2022
El 24 de junio se celebra el día del campesino, te dejamos algunos poemas para que los puedas dedicar.
18 Poesías para el día del Campesino Perú 2022. Si bien la agricultura es la base para cada nación, pocas son las que reconocen esta importante y extenuante labor, desde 1969 se instauro el día del campesino el 24 de junio, en el marco de la promulgación de la Ley de Reforma Agraria.
Por el entonces presidente el General Juan Velasco, esta fecha tiene un doble valor, ya que inicia el solsticio de invierno en el hemisferio sur y la sociedad Inca adoraba al dios Inti en la fiesta del Inti Raymi en el Cusco.
Perú es un país agrícola y como tal “el “Día del Campesino” posee una gran trascendencia cultural, histórica y social” esto de acuerdo con el SIAR, Sistema de Información Ambiental Regional.
Poesías para dedicar el día del Campesino en Perú
- Por lo menos una vez en la vida vas a necesitar un médico,
un abogado, un arquitecto, pero todos los días,
tres veces al día vas a necesitar un agricultor.
- ¡Qué fiesta!
Hoy será una fiesta
Porque hay que sembrar,
Con cantos y bailes
Hay que festejar.
Las limpias semillas
ya se perderán
en morenos surcos
ya se quedarán.
Y la Buena tierra
Su corazón abrirá
Y la semillita
Si la abrigará.
- Es un camino. Debe ser en Grecia vieja.
Para un lado, va el valle enriqueciendo su flora, para el otro, la tierra, árida, se enferma. Son el lado del campo; el lado del pueblo. algo: dos sombras, dos almas, corren en dirección opuesta.
Con pequeño esfuerzo verse mejor. El que viene del campo, es un viejo; va despacio y parece llevar una carga. El que sale al campo es joven, va rápidamente y algo parece aletear entre sus brazos.
Al encontrarse el muchacho, impaciente, habla primero:
-¿Qué llevas, viejo, que tanto te encorva?
-Siete verdades llevo, que he arrancado a mi alma para dar al mundo.
Y a su vez pregunta:
-Y tú ¿qué llevas que caminas tan alado?
-Una belleza llevo, que he arrancado al mundo, para dar a mi alma.
Ambos siguen sus caminos diferentes; el viejo, los ojos bajos, el paso lento; el muchacho, la frente alta, el correr ligero. Uno pensando, el otro sintiendo.
- Campesino
Trabajando, trabajando
Pasamos la vida entera
Abrimos con nuestras manos
los surcos de nuestra tierra.
Eucaliptos se levantan
Como un grito en nuestro suelo;
Campesino, campesino.
¡Ya nace el poder del pueblo!
El sol, la tierra, el agua
Son armas de un gran destino
Pespunta ya la cosecha
Futuro de nuestros hijos
- Y la humanidad puede caer y levantarse
Pero el agricultor debe alimentarlos a todos.
Dios bendiga al hombre que siembra el trigo.
Que nos provee la leche, la fruta y la carne.
Haz que su bolsillo vaya pesado y su corazón ligero.
Que su ganado y su maíz y todo vaya bien.
Dios bendiga las semillas, que sus manos dejan caer,
Por el agricultor, que debe alimentarnos a todos.
- Mi padre trabaja diariamente sin desmayo
Trabaja en la puna helada
O bajo el sol achicharrante
Trabaja en la falda del cerro
Lucha con la tierra
Para arrancarle los frutos
Gracias a mi padre
Seguiré tus huellas
- Mi padre es agricultor,
su corazón está en la tierra
es allí que encuentra su consuelo,
haciendo su gran esfuerzo frente al sol.
Él planta la semilla en primavera,
el maíz, los frijoles, la papa,
él ora para que Dios lo bendiga,
para que bendiga la cosecha,
él ruega al señor para que los cultivos crezcan
sanos y abundantes,
él les proporciona el cuidado más tierno,
esperando la fecha para cosecharlos.
Cielos azules son su catedral,
un tractor, el altar de la oración,
Dios se encuentra con él en los campos de maíz,
ellos tienen una comunión allí.
Mi padre es un agricultor
eso es todo lo que alguna vez será
y me siento muy orgulloso de él,
los valores que la tierra le enseñó,
me los entregó a mí.
yo amo a mi padre campesino,
estoy agradecido de que él sea mi padre.
- Aún de madrugada, el gallo canta, Despierta, bosteza y se levanta.
Agradece a Dios por el nuevo día, luego desayuna, no quiere llevarse la panza vacía.
Toma el azadón, la lima; el agua, el machete; y a su linda esposa besa en el cachete.
Se aleja de prisa rumbo a su parcela y sobre el camino dibuja su estela.
Al par de la aurora llega al sembradío, y lo encuentra alegre, lleno de rocío.
Comienza contento la ardua tarea de quitar la hierba, de arrimar la tierra. ¡Por todos los surcos su estampa pasea!
A media mañana le llega el almuerzo, sus hijos trajeron, tacos, rico atole, y comer con ellos compensa su esfuerzo.
Sigue la jornada, ya calienta el sol, levanta la cara, se seca el sudor e implora por lluvias para su labor.
Con el sol cayendo regresa cansado, pero satisfecho por lo trabajado.
Lo ven desde lejos el perro y sus hijos, salen a encontrarlo con gran regocijo, le hacen una fiesta y eso lo reanima, el más grandecito, le arrima una silla y el más pequeñito le hace cosquillas, él ríe contento y a su esposa besa, y van a bañarse gustosos al río, ¡Viva la familia! ¡Es bella la escena! después, todos juntos disfrutan la cena.
Da gracias a Dios por el día vivido, mira las estrellas del cielo divino y se va a dormir sintiendo que ha sido...¡Un grandioso día...! ¡Bravo campesino!
- Cuéntame viejo, cuéntame de la tierra sus secretos, explícame como esas manos de sol labriego, brindaron de la madre el recitar suave de sus cuentos. Cuéntame viejo, como llora en la secreta noche sus lamentos, odisea perturbada que daña sus mañanas.
- Viejo de oficio, sol y tierra. Grítalo, alto y claro al mundo, pues tu si, tu. En ella has nacido, de ella has comido, en ella has aprendido, y a ella serás devuelto como lo que somos, despojos de un destino.
- Amo la mano árida que cultiva el alimento
que sumerge las manos en la tierra
y saca de sus entrañas a su hijo vivo.
Amo la tierra surcada de granos,
la tierra del maíz y de la papa,
la tierra que brinda su agua
la tierra madre, la tierra hija de nuestro
deseo de sobrevivencia.
Agricultura es vida, es alimento,
es el don de la perpetuación.
- Es extraño que no amemos la agricultura, pero sí el alimento.
Es extraño que no amemos al campesino, quien provee el alimento.
No podemos comernos las monedas ni los billetes,
pero en el campo son felices comiendo el furto de la tierra.
- Yo vengo de tierra adentro
He nacido en la montaña
En una humilde cabaña
Siempre he vivido contento
Comiendo Yautía y Malanga
Que cocino en el fogón
Donde la tela de araña
Se tiñe con el tizón
Hoy defiendo mi cultura
Soy un jibaro y jochavón
También amo la agricultura
Y si ofendo pido perdón
Traigo la mancha de plátano
Arraigada en mis entrañas
Conozco el picor del rábano
Y el listo a mí no me engaña
Como productor hortícola
Amo el campo y la tradición
Con todo mi corazón.
- Silvestre poeta me califican
y conforme con lo que hago,
quiero dedicar unos versos
a la noble actividad del agro.
Como un humilde homenaje
cumpliré con este encargo,
si hay actividad tesonera,
créanme, no es para vagos.
¿Qué sería de la humanidad
sin la alimentación a cargo
de labriegos y agricultores?,
ni imaginar tales estragos.
- Soy un granjero en mi tierra, lo pastoreo como lo ordeno,
lo arando y cultivándolo, alimentándolo eco.
Las espigas de trigo y las hoces atestiguan la magnitud de
mi malestar y las plántulas de olivo se plantan mamando de mi muñeca.
Lo acepto y lo abrazo como un niño.
Soy un granjero muy orgulloso, de buena gana cuidé mi tierra.
- Tengo un huerto pequeñito
que cultivo con mamá,
gran variedad de arbolitos
nos están creciendo ya.
Le prestamos gran cuidado
como si fuesen bebés,
los tenemos abonados
para que puedan crecer.
Aprendí a poner abono
con un buen agricultor,
nunca mi huerto abandono
pues lo quiero con amor.
Si cultivamos las plantas
tendremos frutos después,
por eso yo espero frutos
de aquellos que cultivé.
- La parda geometría del barbecho
tú tienes reflejada en tu semblante
y tu cuerpo, torcido hacia adelante,
hacia el surco final... se va derecho.
Entre miles de surcos, has deshecho
tu vida en un trabajo esclavizante,
entregando sudores cada instante
como el líquido precio a tu provecho.
Un montón de recuerdos arrugados
y una sed de justicia insatisfecha
conservas en el alma por cosecha.
Y te irás de este mundo..., bien pagados
los gastos por tu vida y sus cuidados
y estarás del Buen Dios a la derecha.
- Siembra la tierra mojada,
con su canto y su labranza,
y florece la semilla,
de la vida y la confianza.
La tierra da la cosecha,
el viento, la flora y fauna,
y el sol cuando amanece,
da color a la esperanza.
La tierra y el campesino,
juntos hacen el milagro,
y el pan se le multiplica,
con esfuerzo y con trabajo.
No dejes pasar este 24 de junio sin dedicar un poema corto o largo que demuestre el reconocimiento a labor tan importante que desarrollan los campesinos en cada país.
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